D.C. United dio un golpe fuerte en el mercado de la MLS y completó el fichaje de Tai Baribo, delantero que fue durante meses la llave del gol en el Philadelphia Union. El club de la capital apostó fuerte y desembolsó una cifra cercana a los cuatro millones de dólares para quedarse con uno de los atacantes más productivos de la Conferencia Este.
A sus 27 años, el israelí viene de una temporada 2025 consagratoria con el Union, donde firmó 19 goles en 35 partidos entre todas las competencias. Con Baribo como referente ofensivo, Philadelphia levantó el Supporters’ Shield 2025, bajo la conducción de Bradley Carnell, quien celebró en su primer año como técnico del club. En ese contexto, su salida no pasó desapercibida: perder al goleador siempre duele, y más cuando fue el eje del éxito reciente.
El trasfondo de la operación también explica el movimiento. Baribo había solicitado una mejora contractual tras elevar su rendimiento de forma sostenida. En 2024 ya había dado señales claras: 16 goles en cerca de 2,000 minutos, números que lo pusieron en otra conversación dentro de la liga. Llegó a Philadelphia en 2023, pero fue recién al año siguiente cuando encontró continuidad y se adueñó del área rival.
Tras la eliminación en las semifinales del Este durante los playoffs, el Union decidió rearmar su ataque y cerró la llegada del joven Ezekiel Alladoh, de apenas 20 años, mediante un contrato récord para el club, cercano a los 4.5 millones de dólares. La apuesta apunta al futuro, mientras D.C. United se queda con presente probado y gol inmediato.
Para D.C., Baribo representa algo más que un fichaje caro: es la esperanza de convertir ocasiones en puntos y de recuperar protagonismo en una conferencia cada vez más cerrada. El delantero israelí llega con cartel, cifras y hambre de gloria. Ahora, el reto será demostrar que el gol que hizo campeón a Philadelphia puede también empujar a los capitalinos a pelear arriba.



